La cruroplastia o lifting de los muslos es la técnica quirúrgica encaminada a mejorar el contorno de los muslos.
Se suele realizar en pacientes que han tenido una pérdida importante de peso y el exceso cutáneo a este nivel les envejece y/o molesta, precisando la extirpación del tejido dermograso sobrante y liposucción.
Hablamos de un tipo de pacientes muy concreto ya que la cruroplastia no es una técnica de adelgazamiento o lipoescultura, sino que se trata de una reducción del exceso de piel en la cara interna del muslo.
Por este motivo, los pacientes candidatos al lifting de muslos son, por ejemplo, pacientes que se han sometido a una cirugía gástrica o a los que se les ha colocado un balón gástrico y que pueden perder una gran cantidad de kilos en muy poco tiempo. La piel de esta zona es muy fina y no tiene tanta capacidad de retraerse por lo cual se hace necesario reducirla de
forma quirúrgica.
Otro caso en el que se puede recurrir a la cruroplastia es en pacientes que se han realizado una lipoescultura o liposucción en los muslos, reduciendo notablemente el volumen de los mismos. Con esta técnica se consigue eliminar el exceso de piel y las arrugas situadas en la parte superior e interna de ambos muslos, así como elevar el tejido descolgado de muslos y nalgas, mejorando notablemente el contorno corporal.
En el postoperatorio de la cirugía plástica de las piernas debes hacer:
Durante las primeras semanas después de la intervención, los muslos estarán inflamados. Sin embargo, ya se podrá notar la piel más tersa y lisa, así como una mejora de tu contorno corporal. No será hasta después de 6-12 meses de la intervención cuando podremos observar el resultado definitivo de la intervención.
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