La carboxiterapia es una técnica en la que se utiliza dioxido de carbono con diferentes objetivos.
La infiltración de dióxido de carbono bajo la piel provoca un aumento de la concentración de oxigeno en esa zona con la participación de la acción de la hemoglobina.
También aumenta la concentración local de serotonina, catecolaminas e histamina.
Mejora el color de la piel, la grasa subcutánea y hece que la piel se vea más tersa y luminosa por su efecto estimulador sobre el colágeno.
¿Cuales son los principales tratamientos con la carboxiterapia?
Los principales tratamientos o localizaciones son:
La Carboxiterapia es útil para reducir las ojeras, pero no va a lograr solventar el inconveniente de la protusión de las bolsas de grasa del párpado inferior.
Actúa a través del CO2 para provocar una reacción instantánea que hace que los tejidos faciales se reactiven.
Su efecto se observará en el color oscuro y morado del reborde orbitario. No obstante, si el/la paciente presenta bolsas pronunciadas en los ojos, la única solución eficaz es someterse a una blefaroplastia.
No existen muchos tratamientos que funcionen en el tratamiento de la ojera, de ahí que la Carboxiterapia es de las pocas opciones alternativas que disponemos hoy en día para la coloración de la ojera.
La aplicación de este producto es fácil.
Se introduce una fina aguja o microagujas bajo la piel similar a la empleada para efectuar mesoterapia facial.
Esta aguja está conectada a una máquina que va impulsando el gas a la presión programada anteriormente, puesto que es posible regular el flujo del gas conforme las necesidades de la zona.
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