La nutrición clínica consiste en pautar una alimentación y unos hábitos saludables en función de la patología diagnosticada.
Acompañaremos la nutrición del tratamiento pautado por el médico especialista.
Numerosas patologías tienen una estrecha relación con nuestra alimentación y nuestro estilo de vida.
La nutrición clínica nos enseñará los nutrientes, vitaminas, necesarias , así como pautas a seguir.
La nutrición no solo tiene un enfoque una vez diagnosticada la enfermedad, sino también un enfoque preventivo, adaptando un plan nutricional a cada persona y patología.
“QUE TU ALIMENTO SEA TU MEDICINA Y TU MEDICINA TU ALIMENTO” Hipocrates.
El Síndrome de Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) es una afección en la que hay un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado.
Normalmente, el intestino delgado tiene una cantidad limitada de bacterias, pero en el SIBO, las bacterias proliferan y se extienden hacia áreas donde no deberían estar presentes en grandes cantidades, lo que puede causar una variedad de síntomas gastrointestinales.
El SIBO puede ser causado por una variedad de factores, como una motilidad intestinal reducida, una anatomía intestinal anormal, una alteración de la barrera mucosa intestinal o la presencia de ciertas enfermedades subyacentes.
Los síntomas del SIBO pueden incluir dolor abdominal, distensión abdominal, flatulencia, diarrea y/o estreñimiento, náuseas, y otros problemas gastrointestinales.
El diagnóstico del SIBO se realiza mediante una prueba de aliento en la que se mide la cantidad de gases producidos por las bacterias intestinales.
El tratamiento del SIBO implica principalmente el uso de antibióticos para eliminar el exceso de bacterias, así como medidas para abordar la causa subyacente del trastorno.
La prueba de aliento es una forma no invasiva de diagnosticar el SIBO. Esta prueba se realiza en un centro médico o en el consultorio de un médico especialista en gastroenterología.
El procedimiento de la prueba de aliento para SIBO es el siguiente:
1. Se le pedirá al paciente que se abstenga de comer y beber durante un período de tiempo determinado antes de la prueba, generalmente de 8 a 12 horas.
2. Se le dará al paciente una solución líquida que contiene una sustancia como la lactulosa o la glucosa, que es fermentada por las bacterias del intestino delgado.
3. Durante el tiempo de la prueba, se tomarán muestras de aliento del paciente a intervalos regulares, generalmente cada 15-30 minutos. El paciente soplará en un tubo especial para recolectar el aliento.
4. Se analizará la cantidad de hidrógeno y metano en el aliento del paciente. Si se detecta un aumento significativo en los niveles de hidrógeno o metano, se puede inferir que hay un exceso de bacterias en el intestino delgado.
La prueba de aliento para SIBO es segura y generalmente bien tolerada por los pacientes. Es importante seguir las instrucciones del médico para prepararse adecuadamente para la prueba, como abstenerse de ciertos alimentos y medicamentos antes del procedimiento. Si el resultado de la prueba es positivo, el médico puede recomendar un tratamiento para el SIBO para aliviar los síntomas del paciente y prevenir complicaciones.
La vitamina D es un nutriente esencial que desempeña un papel crucial en la salud de nuestro cuerpo. A continuación se describen algunos de los principales efectos que tiene la vitamina D en nuestra salud:
1. Fortalece los huesos: La vitamina D ayuda a nuestro cuerpo a absorber y utilizar el calcio y el fósforo, lo que es esencial para el crecimiento y mantenimiento de los huesos y dientes saludables. La falta de vitamina D puede provocar raquitismo en niños y osteomalacia en adultos, ambas afecciones caracterizadas por la debilidad de los huesos.
2. Fortalece el sistema inmunológico: La vitamina D ayuda a mantener un sistema inmunológico saludable, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades e infecciones.
3. Protege contra enfermedades crónicas: La vitamina D puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, enfermedades autoinmunitarias y ciertos tipos de cáncer.
4. Mejora el estado de ánimo: La vitamina D puede influir en el estado de ánimo y la salud mental, y se ha relacionado con una reducción del riesgo de depresión.
5. Regula la absorción de calcio: La vitamina D ayuda a regular la cantidad de calcio en el cuerpo, lo que es importante para la función muscular y nerviosa adecuada.
Es importante señalar que los niveles adecuados de vitamina D varían según la edad, la salud general y otros factores. La mejor manera de obtener vitamina D es a través de la exposición solar y una dieta saludable que incluya alimentos ricos en vitamina D, como pescados grasos, yema de huevo y alimentos fortificados. Si tienes dudas sobre tus niveles de vitamina D o tu salud en general, es importante que consultes con un profesional médico.
Los niveles óptimos de vitamina D en el cuerpo pueden variar según la fuente que consultes, sin embargo, la mayoría de los expertos coinciden en que los niveles adecuados de vitamina D en sangre se encuentran entre 30 y 50 ng/ml (nanogramos por mililitro).
La deficiencia de vitamina D se define generalmente como niveles sanguíneos de 25-hidroxivitamina D (la forma de almacenamiento de la vitamina D en el cuerpo) inferiores a 20 ng/ml, mientras que los niveles entre 20 y 30 ng/ml se consideran insuficientes.
Sin embargo, algunos estudios sugieren que para ciertos grupos de población, como personas mayores, embarazadas, personas con ciertas afecciones de salud, etc., pueden requerir niveles más altos de vitamina D para una buena salud.
Es importante señalar que los niveles adecuados de vitamina D pueden variar según factores como la edad, la exposición al sol, la dieta, la salud general y otros factores individuales. Si tienes dudas sobre tus niveles de vitamina D, es recomendable que consultes con un profesional médico.
Los electrolitos son minerales esenciales para el cuerpo que desempeñan un papel importante en la regulación de la cantidad de agua y el equilibrio ácido-base en el cuerpo.
El cuerpo humano pierde electrolitos a través del sudor, la orina y otras formas de excreción, por lo que es importante consumir suficientes electrolitos a través de la nutrición para mantener el equilibrio en el cuerpo.
Los electrolitos más comunes incluyen calcio, cloruro, magnesio, fósforo, potasio y sodio. La falta de electrolitos puede desencadenar desequilibrios en el cuerpo que pueden tener efectos adversos en la salud, incluidos calambres musculares, fatiga, mareos y deshidratación.
Por lo tanto, es esencial mantener una ingesta adecuada de electrolitos diariamente a través de la dieta y otros suplementos nutricionales adecuados para evitar cualquier posible deficiencia.
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